El domingo pasado se cumplió un año desde que se estrenó The True Cost, un documental sobre moda, que intenta responder a la pregunta de cuál es el coste verdadero de la ropa que llevamos. Porque muchas veces solamente nos fijamos en el precio de una camiseta antes de comprarla y no tenemos en cuenta las implicaciones de nuestra elección como consumidores.
The True Cost es un documental duro pero necesario, que cambió mi visión de la moda y me hizo reflexionar sobre el tipo de blog que quería escribir. Se puede decir que, de alguna manera, The True Cost es el germen de Un armario con buen fondo.
Una industria globalizada
Todos hemos visto en la televisión alguna vez noticias sobre cómo se explota a los trabajadores textiles en muchos países, sobre los productos tóxicos que lleva la ropa o sobre algún terrible accidente laboral debido a las pésimas condiciones en las que se encuentran muchas fábricas de ropa. Vemos estas noticias, nos impactan y hasta nos conmueven, pero luego no sabemos qué hacer con ellas.
La sensación que nos provocan es que el mundo es injusto y que no podemos hacer gran cosa para cambiarlo. Pero esto no es así. Podemos hacer mucho para mejorarlo, aunque sea poco a poco y cada uno en la medida de sus posibilidades.
En este sentido, me encantó The True Cost porque ofrece alternativas y propone soluciones a los problemas de la industria de la moda. ¿Cómo va uno a cambiar las cosas si no conoce las alternativas?
Fast fashion vs. slow fashion
La industria de la moda cada vez va más rápido, por eso se conoce a la moda convencional como fast fashion. Antes las marcas de moda presentaban sus colecciones de ropa dos veces al año, en la temporada primavera-verano y en la de otoño-invierno. Ahora las temporadas se han multiplicado, basta mirar las tiendas online de Zara, Pull and Bear o cualquier marca de fast fashion para ver que tenemos productos nuevos entre los que elegir todas las semanas.
La industria de la moda actual, sigue la lógica del sistema económico capitalista, que se basa en el incremento continuo de los beneficios económicos y la acumulación de capital, partiendo de la idea de un crecimiento sin límites. No obstante, nuestro planeta y sus recursos naturales tienen límites, por lo que la industria de la moda se ha convertido en un grave problema medioambiental.
Pero sobre todo, tienen límites las miles de personas que son explotadas en jornadas laborales interminables, que se desmayan en sus trabajos por agotamiento o que enferman por estar expuestas a todo tipo de productos tóxicos. Porque incluso si todos los tejidos fabricados fuesen orgánicos, aún habría un margen de beneficio importante para las empresas de fast fashion que seguirían ganando millones de euros gracias a la explotación de sus trabajadores. Esta es la razón por la que me parece tan importante insistir en el impacto social de la moda que consumimos.
Hay marcas de moda importantes como H&M que se encaminan hacia esta dirección, promocionando su línea de productos concious. Prendas que están fabricadas, por ejemplo, con algodón orgánico. La marca puede vender más gracias a esta ropa que en teoría tiene un menor impacto ambiental y que además no lleva tóxicos para nuestra piel. Sin embargo, ¿las condiciones de sus trabajadores han mejorado o siguen siendo deplorables? Ya veréis en el documental como este tipo de empresas de fast fashion no parecen dispuestas a comprometerse realmente con la sostenibilidad.
Por otra parte, al otro lado del mundo, estamos nosotros. Ya no quedan apenas fábricas que produzcan la ropa en Europa o en Estados Unidos, casi todas han sido deslocalizadas a países pobres donde no hay garantías laborales.
Por aquí las cosas tampoco pintan bien para muchas familias, la clase media se ha ido empobreciendo con la crisis económica. El trabajo, la vivienda, los estudios y todas las necesidades fundamentales de una persona son caras. Mucha gente no puede cubrir sus necesidades básicas, sin embargo, casi todos podemos comprarnos una camiseta por 9,95 €. Y así, hasta parece que las cosas no están tan mal, porque aún podemos consumir montones de cosas, aunque no podamos acceder a las más importantes.
No quiero decir con esto, ni mucho menos, que una persona tenga que sentirse mal porque no tiene demasiado dinero y elige Zara para comprarse unos vaqueros. Yo también soy una de esas personas. Todos tenemos derecho a ir bien vestidos y sentirnos cómodos con nosotros mismos. Esa también es una necesidad básica.
Simplemente piensa antes de comprarte la siguiente prenda de ropa si tienes alternativas. La pregunta sería, ¿puedo yo en este momento comprarme unos vaqueros un poco más caros pero de calidad y además sostenibles? Tal vez no siempre, pero algunas veces la respuesta será sí. Aprovecha para comprar prendas sostenibles las veces que te lo puedas permitir y poco a poco irás teniendo un fondo de armario más ético
La moda sostenible o slow fashion, nos ofrece un abanico de opciones muy interesante. No pienses que para vestir de una forma más ética tienes necesariamente que comprar todas las prendas de tejidos ecológicos certificados. Puedes empezar por fijarte en dónde se ha fabricado la ropa, comprar prendas de pequeñas marcas artesanas, ropa hecha con materiales reciclados o de segunda mano. Incluso intercambiar ropa con tus amigos y renovar tu armario sin gastar ni un euro. Simplemente, la próxima vez que te encuentres dentro de una tienda de fast fashion piensa en estas dos preguntas. ¿Lo necesito? Y si la respuesta es sí. ¿Puedo conseguirlo de una forma más ética?
No dejes de ver The True Cost
The True Cost ofrece una visión completa del mundo de la moda, empezando por el cultivo de las semillas de algodón y terminando con la publicidad que utilizan las empresas de fast fashion para que compremos sus productos. Este documental muestra algunas imágenes muy duras, como las de la tragedia de Rana Plaza, que es imposible que no te conmuevan o incluso te bloqueen emocionalmente. Sin embargo, sé optimista y confía en las personas, porque hay mucho que se puede hacer. Colabora con tus pequeños gestos a que el mundo sea mejor para todos nosotros.
Puedes ver la película en varios idiomas en la página oficial del documental.
Las imágenes de este post pertenecen a The True Cost.
3 Comments
Documental TheTrueCost: cuál es el coste de la ropa que llevamos
25 octubre, 2016 at 8:38 pm[…] Hay marcas de moda importantes como H&M que se encaminan hacia esta dirección, promocionando su línea de productos concious. Prendas que están fabricadas, por ejemplo, con algodón orgánico. La marca puede vender más gracias a esta ropa que en teoría tiene un menor impacto ambiental y que además no lleva tóxicos para nuestra piel. Sin embargo, ¿las condiciones de sus trabajadores han mejorado o siguen siendo deplorables? Ya veréis en el documental como este tipo de empresas de fast fashion no parecen dispuestas a comprometerse realmente con la sostenibilidad. Puedes leer más sobre TheTrueCost aqui […]
Hipershoptienda
24 abril, 2023 at 10:40 amEl mobiliario en tiendas de moda es crucial para crear una experiencia de compra atractiva y eficiente para los clientes. La selección cuidadosa de los muebles puede aumentar la percepción del valor de los productos ofrecidos y mejorar la imagen de la marca.
Pangala
27 julio, 2023 at 12:34 pmEn la actualidad, es fundamental tener en cuenta la sostenibilidad al comprar productos, incluyendo en el mundo de la moda. Es alentador ver cómo la moda sostenible ha llegado para quedarse, ya que esta tendencia promueve prácticas más responsables y conscientes con el medio ambiente y las personas. Por ejemplo bolsos sostenibles la nueva moda.