La cosmética natural es un tema que crea muchas dudas entre las personas que comienzan a interesante por los productos de higiene y belleza más sostenibles. Y la verdad es que no me extraña, porque no nos lo ponen nada fácil.
En la publicidad que vemos por todas partes, en la televisión o en internet, siempre quieren vendernos algún producto exaltando las propiedades maravillosas de una planta, de un fruto o de un aceite esencial.
Paseando por cualquier supermercado puedes ver baldas llenas de cremas y geles con un envase en el que aparece la fotografía de una granada, de la planta de aloe vera o de cualquier otro ingrediente natural. Además es muy probable que tengan una etiqueta de color verde o un diseño de aspecto artesanal. Pero en la mayoría de los casos solo nos están vendiendo una imagen distorsionada de lo que es realmente un producto natural.
¿Qué es un producto natural?
El término natural es el que más confusión puede crear en el consumidor. Esto se debe a que en nuestro país es legal publicitar un producto como "natural" siempre que contenga ingredientes naturales. Como es lógico, todos los cosméticos llevan ingredientes de origen natural en su composición.
Hay productos como los geles de baño que están compuestos casi en su totalidad por agua, que es el elemento natural por excelencia. Pero eso no significa que no contengan también numerosas sustancias químicas, algunas de las cuales pueden ser tóxicas.
Debemos tener mucho cuidado cada vez que leamos en un envase que un determinado producto es natural, porque en la mayoría de los casos se está jugando con el desconocimiento de los consumidores, utilizando publicidad engañosa.
Por tanto, no nos queda más remedio que leer atentamente la etiqueta de los productos para poder elegir los más saludables. En el INCI siempre se indican los elementos qué contiene un producto, empezando por el que podemos encontrar en un porcentaje mayor. Lo malo de esto, es que a menos que haya estudiado química, resulta un poco complicado saber si los ingredientes son perjudiciales para la salud o no, ya sean de origen natural o sintético. Todo se puede ir aprendiendo a base buscar información y con la práctica, pero a mí personalmente me sigue pareciendo un poco complicado entender las etiquetas.
La buena noticia es que existen certificados para simplificarnos la vida. Esos sellos que podemos ver en los envases y que nos permiten identificar con un golpe de vista lo que estamos comprando.
Cosmética natural
La cosmética natural es aquella que contiene ingredientes naturales. Sin embargo, después de ver los problemas asociados al término "natural", hay que tener un poco de cuidado a la hora de definir este tipo de cosmética.
Creo que la clave para comprar cosmética realmente natural y saludable está en evaluar un producto desde la perspectiva de la sostenibilidad. Más allá de que un producto sea anunciado como "verde", tenemos que fijarnos en si cumple con unos mínimos requisitos, igual que pasa con la moda sostenible.
Por suerte, existen muchas empresas de cosmética sostenible que fabrican productos naturales y ecológicos. Las distintas líneas de cosméticos de una marca pueden tener características diferentes, variando también su composición. Pero si estamos hablando de un producto de cosmética natural, al menos deberá tener estas características:
- Contiene ingredientes de origen natural.
- Puede tener un porcentaje de ingredientes de origen sintético, siempre que no sean perjudiciales para nuestra salud o el medio ambiente.
- Los procesos de producción son respetuosos con el medio ambiente y con los derechos de los trabajadores.
- No ha sido testados en animales.
- El embalaje es reciclable.
Cosmética ecológica
La cosmética ecológica cumple todos los requisitos de la cosmética natural y añade algunos más. Estos productos de cosmética ecológica tienen que tener un 95% de ingredientes provenientes de la agricultura ecológica. Esto significa que no contienen pesticidas, abonos químicos, no se han utilizado semillas modificadas genéticamente, etc.
¿Cosmética orgánica, ecológica o biológica?
Cuando hablamos de cosmética ecológica, orgánica o biológica en realidad nos estamos refiriendo al mismo tipo de productos. Simplemente, se emplea más un nombre u otro dependiendo del país en el que nos encontremos. Por ejemplo en España solemos hablar de cosmética ecológica, en Francia se suele denominar cosmética biológica y en Estados Unidos se llama cosmética orgánica.
Los certificados en la cosmética natural y ecológica
El tema de la cosmética natural puede ser bastante confuso. Si leéis otros blogs sobre este tema o páginas web de tiendas online de cosmética natural, os daréis cuenta de que las definiciones que dan son diferentes, aunque todas se muevan entorno a conceptos comunes.
Por esta razón, han ido apareciendo con los años diferentes entidades que han creado sellos para certificar los productos ecológicos en base a unos requisitos mínimos. Es verdad que los estándares por los que se rige cada sello también varían entre sí, pero el hecho de ver un sello te permite comprar de una forma más sencilla. Basta con reconocer en el embalaje de un envoltorio un sello como Ecocert para saber que estás comprando un producto con un porcentaje muy alto de ingredientes de origen natural.
No obstante, debemos tener cuidado con los sellos que crean ciertas empresas simplemente para vender más y dar una apariencia "natural" a sus productos. Existen sellos que tienen más prestigio que otros y por eso ayuda conocer los más importantes.
Algunos de los sellos principales son:
Detrás del sello BioVidaSana está la entidad de certificación Bio.inspecta. Fue creada en 1983 y ha estado vinculada desde su fundación con el suizo Research Institute of Organic Agriculture (FiBL), unos de los centros con más prestigio en la investigación en producción ecológica a nivel mundial.
Según la Norma BioVidaSana las materias primas o productos terminados no podrán:
Haber sido irradiados (radiaciones ionizastes).
Haber sido testado en animales.
Contener ingredientes transgénicos ni ingredientes elaborados con transgénicos.
Contener nanopartículas.
Haber sido producidos contaminando o dañando el medio ambiente.
La norma BioVidaSana establece tres categorías de productos en función del porcentaje de ingredientes de origen ecológico y/o natural, y del tipo de ingredientes que contenga el producto:
Categoría I
Al menos un 90% de ingredientes son de origen ecológico.
Categoría II
Producto que contiene ingredientes de origen natural, de los cuales un cierto X% están certificados como ecológicos.
Categoría III
Producto hecho a base de ingredientes naturales, no contiene ingredientes certificados como ecológicos.
Natrue es una organización sin ánimo de lucro que no certifica pero sí ha establecido unos estándares de calidad a los que las empresas pueden acogerse. Esto significa que para poder utilizar este sello, cada empresa debe haber conseguido previamente una certificación de uno de los organismos certificadores aceptados por Natrue y luego debe superar también una auditoría.
Natrue tiene tres sellos diferentes dependiendo de la composición de los cosméticos. En ningún caso se tiene en cuenta el porcentaje de agua para obtener la certificación, por lo que decíamos antes de que hay productos como los geles, compuestos principalmente por agua. Todos los cosméticos tienen que cumplir con estos requisitos.
No pueden contener:
Colorantes y fragancias sintéticas.
Derivados del petróleo ( PEG, parafinas, sustancias terminadas o empezadas por propyl o alkyl).
Siliconas y derivados.
Organismos genéticamente modificados (OMG).
Productos irradiados ni sus ingredientes.
No testados en animales
Hay tres categorías de productos naturales:
Cosméticos naturales
Los ingredientes son naturales, aunque no es necesario que sean orgánicos. Tienen que cumplir con todos los requisitos que hemos visto anteriormente.
Cosméticos naturales con porción ecológica
Al menos el 70% de las sustancias naturales de origen vegetal y animal y de sustancias derivadas de origen natural presentes en el producto, debe proceder de la agricultura ecológica controlada y/o de recolección silvestre.
Cosméticos ecológicos
Al menos el 95% de las sustancias naturales de origen vegetal y animal y de sustancias derivadas de origen natural presentes en el producto, debe proceder de la agricultura ecológica controlada y/o de recolección silvestre
Ecocert certifica dos categorías diferentes dependiendo de la composición de los productos.
Cosmética ecológica
Un porcentaje mínimo del 95% de los ingredientes vegetales de la fórmula debe proceder la agricultura ecológica.
Un porcentaje mínimo del 10% de todos los ingredientes debe proceder de la agricultura ecológica.
Cosmética natural
Un porcentaje mínimo del 50% de los ingredientes vegetales de la fórmula debe proceder la agricultura ecológica.
Un porcentaje mínimo del 5% de todos los ingredientes debe proceder de la agricultura ecológica.COSMEBIO
Cosmebio no certifica los productos, pero pueden utilizar este sello las empresas que ya hayan obtenido un certificado previamente. Es un sello creado por comerciantes franceses para promocionar la cosmética ecológica.
El sello verde para la cosmética natural:
Un mínimo del 95% de los ingredientes es natural o de origen natural.
Un mínimo del 95% de los ingredientes vegetales es de origen biológico.
Un mínimo del 10% de los ingredientes del producto terminado es biológico.
El sello azul para la cosmética ecológica:
Un mínimo del 95% de los ingredientes es natural o de origen natural.
Un mínimo del 50% de los ingredientes vegetales es de origen biológico.
Un mínimo del 5% de los ingredientes del producto terminado es biológico.
Organización alemana sin ánimo de lucro. Los cosméticos naturales que tienen la certificación BDIH tienen que cumplir los siguientes requisitos:
Materias primas vegetales de cultivos ecológicos o de zonas naturales controladas.
No testado en animales.
Se prohíben las sustancias sintéticas como los conservantes, colorantes , perfumes o aceites minerales.
Elaborados con los mínimos procesos de transformación.
Importante organismo de certificación británico que tiene dos sellos para los productos cosméticos. Uno para los productos de cosmética natural y otro para los ecológicos. Los veremos más adelante cuando hablemos del Cosmos-Standard.
Demeter es un organismo global de certificación para granjas, productores y productos biodinámicos. La agricultura biodinámica prohíbe el uso de cualquier tipo de pesticida o fertilizante químico y transgénicos.
En el año 2002 se unieron cinco de los organismos de certificación más importantes de Europa para crear un sello común que sirviese para certificar la cosmética ecológica. Estas empresas son las siguientes: Soil Association, BDIH, Cosmebio, Ecocert e ICEA.
Por eso, cuando vemos los sellos de estas entidades, incluyen también la referencia del Cosmos-Standard. Aquí hemos un ejemplo de los sellos que emplea Soil Association.
Existen dos sellos distintos de Cosmos-Standard:
Cosmos Organic
Los productos tienen que tener un 95% de ingredientes vegetales procedentes de la agricultura ecológica.
Si el producto contiene agua y otros ingredientes no orgánicos permitidos, por lo menos el 20% del total producto debe ser orgánico. El agua es un elemento orgánico, pero no se incluye en este porcentaje.
Los productos que contengan muchos minerales tienen que tener por lo menos un 10% del total de sus ingredientes orgánicos.
Cosmos Natural
Los productos tienen que estar compuestos por ingredientes de origen natural y pueden o no contener ingredientes orgánicos.
En los productos con el sello Cosmos se considera toda la cadena de suministro. Todos los ingredientes deben cumplir con los principios de la química verde. Los materiales de limpieza y embalaje se comprueban en todas las instalaciones.
Existen muchos más sellos que certifican los productos de cosmética natural, pero como estos son algunos de los principales, es muy probable que los encuentres en tus próximas compras sostenibles. Recuerda que los sellos pueden ayudarte a elegir productos realmente naturales.
Sin embargo, también puedes encontrar cosméticos naturales sin certificar, sobre todo en empresas más pequeñas, porque la certificación vale dinero. Lo mejor es acostumbrarse a leer las etiquetas para ir familiarizándonos poco a poco con los ingredientes de los cosméticos. Y saber que si no tenemos muy claro qué producto comprar, siempre podemos a fijarnos en si llevan algún sello de certificación.
Espero que te haya servido este post para poner un poco de claridad en este tema tan complejo de la cosmética natural. A mí me queda mucho por aprender todavía, pero como en todo este proceso de cambio hacia una forma de vida más sostenible, las cosas hay que hacerlas poco a poco y sin agobios.
Gracias por leer Un armario con buen fondo. ¡Hasta la próxima!
Para aprender más:
Puedes acceder a las páginas web de todas las entidades que certifican cosmética natural pinchando en el enlace de los nombres que he dejado más arriba.
Puedes leer más información sobre este tema en una serie de artículos estupendos del blog Orgànics Magazine. Este blog además tiene una sección de dudas en la que se pueden hacer preguntas sobre todos esos compuestos químicos que desconocemos, para saber si son perjudiciales para la salud o no. Me parecen que hacen un trabajo increíble.
4 Comments
Javier
10 febrero, 2019 at 10:48 pmPara mi la cosmética ecológica y la natural tienen la misma filosofía, y ambas son mucho mejores que las comerciales
Cosmética Natural
2 julio, 2019 at 4:58 pm¡Muy buen artículo! la verdad es que es de gran ayuda encontrar información así que ayuda a detectar productos que de verdad son ecológicos.
Herbolario Rosana
25 agosto, 2022 at 9:42 amUn post muy interesante. La cosmética natural es tendencia hoy en día, pero esta ha llegado para quedarse. Aporta la misma o incluso mayores beneficios que la cosmética convencional porque trata mejor nuestra piel y nuestro entorno. Si aún no la has probado, anímate.
Estética Cosmética
21 abril, 2023 at 10:24 amEs importante seleccionar los productos cosméticos adecuados para cuidar nuestra piel y evitar posibles daños. La elección de los productos debe basarse en nuestro tipo de piel y necesidades específicas.